miércoles, 27 de abril de 2016

El Cerebro Adicto.

El cerebro adicto.
Introducción:
Hasta hace unas décadas la drogadicción se consideraba un problema moral y de falta de voluntad. Hoy se reconoce como una enfermedad y se sabe cómo tratarla. (Guerrero, 2013)
Es decir, se pensaba que la persona no estaba de acuerdo con las reglas sociales y de convivencia, alteraba el orden y lo único que hacían era encerrarlo, después  hacer como si no existiera, el ambiente también influye en las adicciones, la facilidad de compra y las malas amistades. Después de algunas investigaciones ya se veía a la persona adicta como un enfermo al cual hay que administrarle medicamentos y una serie de acciones para ayudarlo  a controlar su adicción.
La adicción se considera hoy una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el funcionamiento de ese órgano. La  adicción al alcohol, al tabaco, a medicamentos legales o a drogas ilícitas, etc. Provocan la misma reacción en la química del cerebro. Este descubrimiento ha alterado la forma de considerar, prevenir y remediar las adicciones. (Guerrero, 2013)
Desarrollo:
Hoy las adicciones se definen como una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de una sustancia a pesar de saber los daños que ocasiona. Al igual que otras enfermedades como la diabetes, la adicción se puede tratar, y aunque no se consiga una cura definitiva, el tratamiento incrementa la calidad y la duración de la vida. (Guerrero, 2013)
El individuo al nacer trae consigo algunos genes que lo hacen vulnerable. En un ambiente sano los niños y adolescentes es poco probable que caigan en una dependencia a alguna sustancia ilícita. Los adolescentes por ningún motivo deben de probar las drogas porque para ellos traen graves consecuencias para toda su vida.
 Explica la doctora Medina Mora. "Toda la parte del cerebro que es responsable del juicio, raciocinio y control de la conducta se desarrolla hasta los veintitantos años" (Guerrero, 2013)
En entrevista con ¿Cómo ves? la Doctora María Elena Medina Mora Icaza, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente Muñiz" (INPRF), narra lo que propició este cambio de visión. La investigadora mexicana-estadounidense Nora Volkow, quien estudió medicina en la UNAM y es hoy directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés), observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la cocaína y los opioides. "Esto nos llevó a entender por qué los pacientes, aunque quisieran, no podían dejar las sustancias por sí solos, sino que realmente necesitaban tratamiento", señala la doctora Medina Mora, agregando que éste fue un indicio importante de que las adicciones tenían todas las características de una enfermedad. (Guerrero, 2013)
Rubén Baler, científico de la salud de la Oficina de Políticas Científicas del NIDA, explica que en la primera etapa las personas utilizan sustancias para alcanzar la euforia que brindan, pero este consumo de drogas se convierte muy rápido en enfermedad en quienes las utilizan en forma crónica. El cerebro comienza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia. Cuando se abusa de las drogas se alteran algunas zonas del cerebro como el tallo cerebral que controla el ritmo cardiaco, la respiración y el sueño; la corteza cerebral, que procesa la información sensorial y nos permite pensar, planear, resolver problemas y tomar decisiones, y el sistema límbico, donde se aloja el llamado “circuito de recompensa del cerebro. Dicho sistema motiva al individuo a repetir conductas necesarias para la supervivencia y la reproducción como alimentarse y tener sexo (Guerrero, 2013)
“Explica la Dra. Medina Mora. “El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas” de dopamina que se producen al consumir una droga, y lo hace disminuyendo su producción natural, o bien disminuyendo la cantidad de receptores que captan la señal de este neurotransmisor. Así, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión. “Cuando el cerebro comienza a adaptarse a alto niveles de dopamina, el individuo tiene que usar más droga para obtener el mismo efecto”, añade Rubén Baler. Se desarrolla tolerancia a la droga. En el individuo que ha llegado a esta etapa, la falta de droga provoca el llamado síndrome de abstinencia, con síntomas como ansiedad, irritabilidad, náuseas, insomnio, episodios de sudoración, temblores y psicosis, y puede llevar a la muerte (Guerrero, 2013)
Conclusiones:
Es importante dar educación preventiva sobre las adicciones y el daño que ocasionan al organismo principalmente en niños y adultos para que no caigan en adicciones hay que dedicarles un tiempo para convivir con ellos en un ambiente sano y en armonía.
Al saber que las adiciones son enfermedades crónicas se implementaron acciones en el sector salud para tratar estos padecimientos de manera integral y con respeto hacia el paciente, el paciente al dejar la sustancia adictiva entra en abstinencia y el cerebro reacciona pidiendo más sustancias por lo que es necesario que el paciente se concientice  de su enfermedad para que él se haga cargo de su salud y vaya mejorando
La persona adulta puede dejar su adicción si es atendida integralmente, por medio del control de la abstinencia y el monitoreo del médico, psicólogo y el pedagogo. Habrá recaídas pero lo importante es levantarse y seguir el tratamiento indicado.
Bibliografía:
Guerrero, V. (2013). El Cerebro Adicto. 15/04/2016, de ¿Cómo ves? UNAM Sitio web: http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/177/el-cerebro-adicto

Elegí este artículo por qué se me hizo más interesante que los otros.
partí desde uno de los argumentos que expuso Verónica Guerrero Mothelet


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